viernes, 20 de julio de 2007

Un dia de reyes

Recuerdo aquel dia de Reyes por la manana. Mientras esperaba que llegaran los niños a recoger sus regalos, llego mi vecino a decirme que mi padre yacia muerto en la carretera. Un auto lo había chocado mientras el iba en su motora. A los 72 anos quiaba una motora vespa. Salio en ella y a los pocos minutos el auto lo golpeo. Al recibir la noticia, me fui a mi habitación, y dije: Dios, no marques a mi familia en un dia tan hermoso con la muerte de mi padre. Podrias darle tiempo a que libere sus karmas? Sali hacia la carretera y el comenzó a moverse. Di gracias a Dios. Pasaron muchos anos antes que enfermara para luego partir. Estuvo dos anos en cama. Le gustaba oir música por la radio. Mientras estaba saludable odiaba que le hablaran de religión y tampoco durante su enfermedad. La primera radio que tenia, aparentemente se daño. Digo aparentemente, porque solo se oia una emisora religiosa. Me pidió que botara la radio y le comprara otra. Lo hice. A los pocos días lo único que se oia era la emisora religiosa. Llegue a comprar cuatro radios y sucedia lo mismo. Cuando decido botar el cuarto radio, me dice: No lo botes, me gusta lo que dice. Habia calma en su voz. Entendi que Dios busca todos los medios para que lo escuchemos. Durante su convalecencia, viajaba en mi auto escuchando la radio. Iba preocupada por la enfermedad de mi padre y de momento se cambio de emisora. Ya saben cual. Una emisora religiosa. Escuche este mensaje que siempre recuerdo y comparto con ustedes: Iba un grupo de personas en un barco, entre ellos un niño. De momento los ataca una tormenta. Todos empezaron a correr de lado a lado preocupados. Llamo mucho la atencion que el niño se mantuvo tranquilo en un solo sitio. Cuando se acaba la tempestad y el barco quedo quieto le preguntaron al niño: Porque no tuvistes miedo? El le contesta: Si Dios esta a cargo, porque he de preocuparme?. Asi que entregue todo a Dios y una inmensa paz me cubrió. Este mensaje lo repito cada vez que la semilla de la preocupación intenta invadirme, y siempre me da resultado.